sábado, mayo 09, 2015

Sábado 9 Mayo 2015 - Osorezan 恐山

El Monte Osore (恐山 Osore-zan) es un volcan-caldera en el centro de la península de Shimokita en la prefectura de Aomori. Tiene 879 metros de altura y su última erupción fué en el año 1787, aunque en la última centuria tiene una pequeña actividad volcánica y el azufre y las columnas de vapor surgen por doquier. El templo que allí se encuentra fué fundado por el monje budista Jikakutaishi en el 862 aC.

Para llegar hasta allí se tarda una hora y media en tren, mas otros 40 minutos que hay que hacer en autobús. Primero hay que coger el tren desde Aomori hasta Noheji. La línea no es de la JR, pero el Japan Rail Pass cubre esta línea así que no compréis billetes. Las vistas son preciosas, a pié de costa durante mucho rato. Y como el jetlag nos ha despertado bien temprano, poco después de las 5 a.m., podemos desayunar tranquilamente y coger el primer tren hacia allí.





Una vez en Noheji hay que hacer trasbordo y cambiar a la línea de la JR para ir a Shimokita.





En esta web podéis consultar los horarios del autobús que salen hacia el Osorezan desde la estación de Shimokita: http://simokita.org/sight/osore/bus.html
Aunque pegado a la estación podéis ver el "Information Center" donde coger un mapa, un folleto del Osorezan, y confirmar los horarios del autobús. El trayecto se paga en el mismo autobús y cuesta 800 Yenes.


Antes de llegar al Monte Osore el autobús parará en una pequeña fuente, aquí todos se bajan y aprovechan para hacer alguna foto y lavarse las manos de la misma manera que se hace siempre antes de entrar a un templo o zona sagrada.



Y por fin, ya casi al mediodía, llegamos al monte Osore:






Según la mitología popular, el Monte Osore (literalmente "Monte del Miedo") marca la entrada al infierno, y detrás de la entrada del templo se encuentra el lago Usori que se compara al rió Sanzu, rió que las almas muertas necesitan cruzar para acceder a la otra vida. El lugar está guardado por Jizo, el bodhisattva del Infierno y guardián de los niños. Montones de estatuas Jizo se encuentran por todo el entorno con ofrendas de juguetes de niños, prendas de ropa, monedas o piedras apiladas para ayudar a las almas a cruzar.

Según una de las versiones del budismo, para cruzar el río y llegar a la otra orilla existen 3 formas de hacerlo. Los guardianes del río Sanzu seleccionan la mejor manera de hacerlo para cada alma según lo buena o mala persona que haya sido; por el puente, por un vado o a nado por un lugar de aguas profundas infestado de serpientes.

Pero en el caso de los niños o bebés es diferente, ya que por su ingenuidad y falta de experiencia en la vida, no pueden cruzar ellos solos. Para poder alcanzar el paraíso, los guardianes les recomiendan hacer un montoncito con las piedras para así llegar hasta él, pero los demonios que habitan en la orilla se los destruyen cada cierto tiempo y les impiden alcanzar su meta. Gracias a la ayuda de Jizo, que esconde a los niños entre su ropa, pueden engañar a los demonios y cruzar hasta la otra orilla, salvando así a la inocentes almas de construir pilas de piedras durante toda la eternidad.

Pero antes de ponernos a andar, mejor llenar la barriga con un buen ramen y un arroz con curry porque ya son las 12. Justo en la entrada hay un restaurante donde se come excelentemente.



Y ahora ya estamos listos para entrar al templo.







Ya en la entrada se puede oler a azufre y ver el agua amarilla y humeante canalizada alrededor del templo. Las vistas posteriores, andando hasta la orilla del lago Usori, te dejan simplemente sin aliento, no hay foto posible que le haga justicia, aunque aquí os pongo unas pocas:





Ofrendas de muñecas

Corrosión de las monedas por el azufre















Y ya es hora de volver a Aomori, en la estación me encuentro a otro otaku de los trenes como yo, jejejeje....




Hasta la próxima entrada!! Mañana vamos al sitio arqueológico de Sannai Maruyama y al Museo de Arte de Aomori.



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