Con la útil línea Yamanote vamos a Tokyo, de donde sale el Shinkansen. Echaremos de menos nuestra estación de Hamamatsucho.... Una advertencia para no liaros: la línea del tren bala Hikari para Kyoto (los Nozomi no entran con el JRPass) es la Tokaido, pero hay otros andenes que indican Tokaido y son únicamente para trenes normales. Teneis que ir a los andenes de Shinkansen que son los números superiores (el nuestro salía del andén 18).
A las 11:06 (puntual como siempre) sale el tren y llegamos a Kyoto a las 13:43. Durante el trayecto hemos comido el bento que compramos en la estación. Ojo con comprar comida en el tren, porque un mini-sandwitch vale 600円.
Dejamos la maleta en el hotel Righa Royal, que también está muy cerca de la estación de Kyoto. Nos han dado mucha información de la ciudad (mapas, excursiones para contratar, costumbres, festivales....) y si lo necesitáis en este hotel también te prestan transformadores de corriente a 220V. Igual que en Tokyo, no todos los recepcionistas hablan inglés, aunque el hotel está lleno de guiris... (vaya, hablo de "ellos" como si yo no lo fuera....)
A las 16h cogemos el mapa, y comenzamos a andar para buscar el barrio de Gion. Aprovecho para advertir que en los mapas Kyoto parece muy pequeño, hay pocas calles de distancia para llegar a cualquier destino, pero esto es porque mas de la mitad de calles no están dibujadas y en la otra mitad no figura el nombre!!!! Osea, que al cabo de una hora y media (después de descansar un poco en la ribera del rio Kamo) seguimos caminando como 2 tontos, mas perdidos que un pulpo en un garaje, y ya es de noche.
Lo mejor es que cuando menos lo esperamos, en una calle de casitas de madera iluminadas por farolillos de papel, comenzamos a escuchar pasitos de sandalias de madera, y aparecen las Maiko dirigiéndose a las casas del té. Todas las fotos que hayáis visto y todo lo que os hayan explicado de las Geisha no les hace justicia comparado con poderlas ver delante tuyo aunque sea por cinco segundos. No nos atrevemos ni a hacerles una foto, para no interrumpir esa gracia con la que andan por las calles en penumbra de Gion. Tal y como había leido, muchas veces sae la dueña de la Okiya para dar instrucciones a un taxi que está esperando. Entonces sólo se puede ver a la Geisha o Maiko fugazmente salir de su casa y entrar en el taxi que la acompañará en el recorrido de esa noche.
Ha valido sobradamente la pena la caminata, aunque mejor cogemos un taxi para volver al hotel (1050円). Cenamos en el restaurante japonés del Hotel (astillada al canto, 5500円), y a las 22:30 ya estamos listos para planchar la oreja.
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