En primer lugar vamos a ver el castillo o templo de Nijo, que nos quedó pendiente el anterior viaje.
Construido en 1603, el castillo de Nijo fué la residencia oficial de Kyoto para los Shogun de Tokugawa hasta la restauración Meiji. En 1867, el castillo de Nijo fue presentado a la familia imperial y su nombre fue cambiado al palacio de Ninomaru. Posteriormente fué donado a la ciudad y su nombre cambiado al de Nijo-jo. Esta rodeado por una fosa externa y un gran muro. Todo ello, en medio de encantadores jardines bien trabajados como el de Ninomaru.
Dentro hay una fosa interna que rodea los cuartos del Shogun. En el área entre las dos fosas están los jardines, el edificio de almacen, y las casas de los guardias. Los cuartos están extremadamente bien preservados con obras de arte magníficas, mcuhas ellas de antiguos artístas Chinos. Una de las cosas mas curiosas, es el suelo de "ruiseñor". El cual emite un sonido parecido al piar de los pajaros al ser pisado para alertar de cualquier intruso.
El achicharre de calor que pasamos aquí no os lo podéis ni imaginar, hemos visto a 2 personas ir directas al Hospital de un golpe de calor, y nosotros sin agua y el hankachi chorreando...
Así que comemos, descansamos y nos reponemos en el hotel, y ya con el fresquito de la noche (!solo 36º!), damos una vuelta por Gion.
No conseguimos ver a ninguna Geisha ni Maiko, mala suerte, pero la cena en una terracita del rio Kamo no os la perdáis por nada. !!!Viva las edamame, la sapporo y el teppanyaki!!!
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